Durante mi pre adolescencia, todos los años durante el mes de Febrero, mi padre rentaba una casa en un balneario popular muy entretenido, allí conocí a Tenny como le decían a María Antonieta. Una chica linda, de cara redonda, dueña de un cabello trigueño rizado muy brillante. Fue lo primero que me gustó de mi nueva amiga, tal vez porque yo tenía también un lindo color de pelo, pero completamente liso, siempre quise tenerlo rizado como ella.
El padre de Tenny era fotógrafo, andaba todo el día cargando una caja con la que sacaba sus fotos especialmente en la playa a los veraneantes. Era chileno descendiente de alemanes, sus padres habían llegado a Chile muchos años atrás, escapando de penurias y muertes de la segunda guerra mundial. Habían tenido solo a este hijo que se desempeñaba como fotógrafo. Ellos habían fallecido en un accidente, Tenny los recuerda con cariño aunque estaba chica cuando eso sucedió.
Mi padre era sastre, y trabajaba duramente para tener un mes de descanso para su mujer y sus hijos. Se levantaba muy temprano cuando estábamos en la playa, y junto a mi hermano iban a comprar el pan amasado donde unas hermanas que le decían “las pijillas”. Era un pan exquisito que devorábamos calientito con mantequilla.
A veces, el clima no era propicio para bañarnos en el mar, (porque mi hermano y yo siempre lo hacíamos aunque saliéramos azules de frío debido a las aguas tan heladas), pero eso no nos impedía disfrutar la playa, la Teny, mi hermano y yo.
Después del almuerzo, cuando los adultos hacían su siesta, leíamos en el patio de la casa, yo creo que la lectura fue lo que nos unió con Tenny desde el principio, ella veraneaba en la casa vecina y el patio era comunitario en las cuatro casas del condominio, con muchos árboles, que nos servían de sombra. Yo siempre llevaba libros para leer durante el verano pero nunca fueron suficientes. Mi mamá y yo nos inscribimos en la biblioteca municipal y así renovamos la lectura cada cierto tiempo. Tenny leía a Corin Tellado y aunque a mi no me disgustaba prefería otros autores más serios o más profundos, que me dejaran algo en qué pensar.
Cuando éramos más grandes íbamos en las tardes con mi amiga a una Disco en donde conocimos otras chicas y chicos también veraneantes. Partíamos muy arregladitas, con permiso y con estricta hora de regreso, íbamos solas, mi hermano era más chico y no le interesaba ir con nosotras. Recuerdo el rock and roll que bailaba la Tenny, nadie le ganaba, lo hacía como una experta, su cabello al viento era una vista maravillosa. Su pareja de baile era un chico guapísimo, hijo del alcalde del lugar, que se moría por mi amiga, trataba siempre de estar cerca de ella aunque no estuvieran bailando. Era la mejor pareja de baile que mi amiga pudo tener, pero a ella Francesco le interesaba solo para desarrollar sus exigentes pasos de baile. Un dia cualquiera, llegó a la Disco, un chico nuevo, no lo habíamos visto antes. Rápidamente conectamos y nos hicimos muy amigos, pero como el destino se esfuerza por hacer travesuras con las personas, resulta que Tenny se enamoró de él y él se enamoró de mi.
Se acabaron las vacaciones y en Santiago ya no nos vimos con mi amiga, cada una vivía en una comuna distante y en ese tiempo, años sesenta, lamentablemente no había celulares, y muy pocas personas tenían teléfono. Un dia recibí una carta de Tenny en donde me preguntaba si Gerardo me había visitado. Le respondí mintiendo que no lo había visto, aunque para mi no tuvo ninguna importancia que me visitara dos veces, no se lo dije a mi amiga porque sabía lo que ella sentía por Gerardo y no quería herirla. El chico se me declaró una tarde de lluvia en que salí a dejarlo a la puerta de calle. Le dije que no, en realidad no me gustaba ni siquiera un poco, Yo estaba secretamente enamorada de mi vecino, que en ese tiempo era cadete de la Escuela Militar. El no lo sabía pero yo mantenía la esperanza de que algún dia se fijara en mi.
Las altas temperaturas dieron cuenta que había llegado nuevamente el verano, nos fuimos a la playa apenas salimos del colegio mi hermano y yo. Ese año terminaba la secundaria y no sabía si quería ir a la universidad, la verdad es que me habría gustado ser auxiliar de vuelo, pero sabía que mis padres pondrían el grito en el cielo, de manera que en casa no lo comenté, ansiaba ver a Tenny para contarle a ella mis anhelos.
Llegó mi amiga con sus padres y de inmediato nos pusimos al día, pero yo me guardé como un secreto mío, mi experiencia vivida con Gerardo, solo le conté que estaba enamorada de mi cadete, quién parece que andaba con Sylvia una chica del barrio, Tenny, me consoló diciéndome que ella ni siquiera había tenido noticias de Gerardo, que esperaba verlo en el balneario este verano.
Fuimos a la Disco como siempre pero noté un poco rara a mi amiga, ya no disfrutaba con el rock, bailaba poco para angustia de Francesco que la seguía a todas partes. La notaba cansada, me dijo que sus padres la habían llevado al médico pero que después del chequeo habían dicho que estaba bien de salud. La noté cansada durante todo el mes de veraneo, se lo comenté a mis padres pero ellos me tranquilizaron porque según los padres de Tenny, estaba todo bien
Este año le pedí a Tenny que nos juntáramos también en Santiago, éramos muy cercanas, ya teníamos dieciséis y muchas cosas que hacer juntas. Nos vimos en mi casa, a ella le gustó mi habitación decorada con los cantantes de moda de ese tiempo y pintada con colores fuertes, como yo quise. Claramente no le entusiasmó ver en mi cuarto tantos poster del ché. Conversando con Tenny me di cuenta que ella pensaba justo lo contrario de lo que yo y mis amigos del barrio queríamos para la sociedad en la que vivíamos. Ambas estábamos terminando la secundaria y ella solo quería ser modelo de alta costura, yo me había decidido por estudiar Literatura-
Seguimos visitándonos durante todo el año, pero en el mes de noviembre me confidenció que tenía cáncer, por eso se cansaba tanto. Desde entonces ella entraba y salía con frecuencia de los hospitales para su tratamiento. Lo terrible fue verla sin su hermoso cabello, la quimioterapia le había quitado sus rizos. Comenzó a cubrirse la cabeza con bonitos pañuelos. Todavía guardo una foto que su padre me regaló
No le pudo ganar a la terrible enfermedad, de a poco se fue apagando mi querida amiga. Durante el funeral divisé a Gerardo, muy triste por la pérdida de Tenny, nunca supe si supo lo enamorada que estuvo de él .
Mi amiga no pudo ser modelo, una feroz leucemia terminó con su vida a los dieciséis años. Yo quedé desconsolada, ella era una burguesita de Las Condes, pero era también mi amiga
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