El comentario de cine Mariela Ríos Ruiz Tagle
“MAUDIE”
DIRECTOR: AISLING WALSH.
ETHAN HAWKE Y SALLY HAWKINS EN LOS ROLES PRINCIPALES.
AÑO: 2016.
Esta película está basada en la historia de Maud Dowley, nacida en Canadá en 1903 y fallecida en 1970. Padeciendo problemas de salud, reflejados en su físico singular y débil, su alma es fuerte y siempre atenta a derrocar la adversidad.
Específicamente está referida al período de su vida, cuando debe independizarse de una hosca familia, y trabajar como asesora del hogar de un rudo pescador, Everett Lewis, con el que, al poco tiempo de conocerse, deciden contraer matrimonio. Por eso es conocida actualmente como Maud Lewis.
Durante esa relación, marcada por el dominio, en un comienzo patriarcal y machista, de su patrón y luego esposo, comienza a pintar, tímidamente al principio, pero con innegable talento y decisión, los distintos lugares de la pequeña casita de madera que habitan. Un día recibe la visita de Sandra, clienta del pescador, la cual se sorprende con sus bellas pinturas, estampadas en pequeñas postales, y se lleva algunas. Así comienza de a poco a nacer la pintora que posteriormente sería reconocida en su país, en el mundo y su fama llegaría incluso al Presidente Nixon de Estados Unidos, quien le encarga una obra.
Para Maud, nada es fácil, pero el Arte es para ella una forma de liberación, de resistencia, ante un mundo que la menoscaba por su alicaída condición física, y la hace sentir diferente en cada instancia de su vida, de una forma cruel e inhumana. Sus condiciones espirituales, su simpleza, su amor a la vida, su fuerza interior, no le permiten desfallecer en ningún momento, dejando una lección de vida para todos, los que asombrados vemos en la película cómo se sobrepone ante cualquier escollo, positivamente y sonriendo.
Cuando Sandra, con quien entabla una sincera amistad, le pregunta debido a qué pinta, ella responde: “Nadie puede enseñar a pintar, si quieres pintar, pintas”. Mirando una ventana, en la misma escena, a unos pajaritos que vuelan, reflexiona acerca de las diferencias en la vida y concluye que están enmarcadas, como en una ventana, la vida y todas sus diferencias en una totalidad.
Maud pintó cada espacio de la pequeña casita de madera en la que vivía con su esposo, la que fue visitada por turistas, artistas y críticos de arte, posterior a su muerte y sus pinturas consideradas parte del arte folclórico de su país, Canadá. Esa casa, es un elemento simbólico, en su vida y en la película. La belleza de sus sencillas obras, constituye una forma de salvación, una lucha encarnizada, frente a esa obsesión perversa de la sociedad por idealizar la perfección, robarle vida a las diferencias y la estigmatización que vivió en su existencia, siempre sobreponiéndose ante la injusticia, sus dolores físicos y la soledad que el amor suplió en gran medida.
Bellísima película, actuación, fotografía y música. Notable película que destaca la humanidad que debieran poseer todos los seres humanos, encarnada en la figura paradójica de la pintora Maud Lewis: fragilidad y fortaleza al mismo tiempo, en un pequeño cuerpo, pero con una enorme alma.
Comments