Todos los pueblos tienen su propio rastro, su manera de ser único y aunque pase una vida entera o mil siglos, lo que se hereda no se hurta. Cultura y tradición son eslabones de una cadena taxinomónica que de principio a fin se unen y complementan.
A Cuba y México los separa el espacio logístico del mar, un Mar Caribe que se mezcla con un Golfo para bañar ambas costas, puede que ahí este todo, en el misticismo del mar y sus aguas. El estado de Veracruz en México y Cuba son territorios de una belleza sin igual. Territorios a los que une el mar y la rica cultura y tradición de ambos pueblos.
La muestra colectiva “Lo llevo en la sangre”, es un proyecto que reúne a través de las diferentes manifestaciones de las artes plásticas el imaginario, cultura, tradición y contemporaneidad del pueblo veracruzano y cubano.
En la galería Emilio Rivero Merlín de Güira de Melena, Cuba quedará inaugurada el 25 de Octubre del 2022 a las 3.00 pm. dicha exposición en saludo al 20 de Octubre, Día de la Cultura Cubana y al 212 Aniversario del Grito de Dolores, celebrado el pasado 15 de septiembre.
Curada por el Fotógrafo mexicano y director de la Revista Orbe Mx, Adolfo Zárate y la escritora, productora y crítica de arte Yuray Tolentino, por Cuba, la exposición reúne más de una veintena de creadores. Por México estarán presentes, Blanca Vargas, Edgar Noriega, Francisco Ramírez, Hilda Navarro, Juan Manuel Aviña, Kyobska Herrera, Margarita Téllez, Nora Lanzieri, Roberto Fentanés, Daniel Barbedillo y Adolfo Zárate, mientras que el listado cubano lo encabezan los Premios Nacionales de Artes Plásticas René de la Nuez (+) y Osneldo García (+), ademas Abenamar Bauta, Adonis Carrera, Elizabeth Sánchez, Dania Fleites, Pedro Pérez, Gerlis Álvarez, Daymara Oramas, Oslier Pérez, Joel Rodríguez, Daryl Valdés, Williams Cruz Perdomo, Teresita Sánchez y Williams González.
En una de las salas de la galería estará –además̶ expuesta una pequeña muestra bipersonal, del fotógrafo Adolfo Zárate y al pintor, escultor y músico Oslier Pérez La expo pretende ser una muestra espejo – reflejo de ambos pueblos. Es esta la antesala de un proyecto mayor entre ambos artistas.
Al igual que el traje jarocho la guayabera cubana tiene de criollo y andaluz. El color blanco de la prenda, el pañuelo rojo alrededor del cuello, las sayas en las mujeres con adornos son puntos comunes que identifican estas prendas identitarias de ambos pueblos.
Bien sabe Adolfo que tanto el son como la prenda típica jarocho constituyen las manifestaciones artísticas y culturales que caracterizan a los veracruzanos. En sus fotos convergen la alegría, los sueños y la tradición de su pueblo. Lirismo y pasión van de la mano en los magistrales encuadres y el tratamiento de la luz. El mar salpica de espuma la herencia de sus antepasados que defiende este artista del lente.
Por su parte Oslier mira desde Cuba y su campo, una Veracruz que tiene sus ojos y tradiciones. Voces que salen de la tierra: el guajiro, el gallo, búho, guitarra, caballo, se escuchan en estas fotos donde la guayabera es retomada con el misticismo de la leyenda de su nacimiento y no como una prenda de turistas y funcionarios. Imágenes sonoras que llevan la estética de este artista.
Podrá el espectador mirar a Cuba y tener a Veracruz en la espalda, o viceversa, espejo – reflejo de dos pueblos hermanos.
Veracruz y Cuba se unen porque llevamos un mar con toda su inmensidad y sus secretos, porque nos acompañan nuestros muertos ya sean llamados catrinas o eggums, porque la risa, el baile, el coraje en la lucha nos identifica; porque llevamos en la sangre una América toda.
Luis Sebastián Najarro
Ever Fonseca
José Luis Posada
Pedro de Oraá
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