Eso que llaman Amor “Para Vivir”, lo dijo el poeta cantor, todos lo necesitamos. Sin amor la vida nos seria gris, casi a oscura Sin amor como subir montañas y bajar colinas como elefantes blancos. Por eso estas líneas no hablarán de premios y fechas importantes del Querido Pablo, el Pablo de Cuba, el Pablo que en la adolescencia mi hermano descubrió para mí. Estas líneas tienen la nostalgia de aquellos años, el brillo de la mirada y la voz desgarrada de cantar sus canciones “a todo pulmón” en los conciertos.
Lleno de filing, jazz, de la mano de Bach y Mozart, con la tradición popular de la guajira y el son en el alma, Pablo Milanés, conquistó no solo al público hispanoparlante sino al mundo y a los manantiales de donde nace la poesía.
El pasado 29 de noviembre en Madrid (España) no dijo adiós, quiero creer que Pablo Milanés fue por otras canciones cruzando la puerta que no tiene camino de regreso, fue a cantar con mi hermano. A los 79 años decidió seguir el vuelo de la eternidad entonando nuevas melodías. Lejos de su cielo, de los colibríes que le abrían la verde mañana pero más cerca que nunca de su Cuba porque el mar de su Isla le rugió dentro del pecho siempre, SIEMPRE, siempreee…
Que puedo yo decir sí el POETA eres tú, el que arriesgó su cuerda, el que defendió las ideas y al hombre y no a los políticos errados. Solo puedo decir; Gracias. Gracias porque sus canciones también me enseñaron a no bajar la cabeza y a defender la ¡¡Libertad!!
Gracias Pablo Milanés Arias, me hundo en el mar primero antes que poner rodilla en tierra y sacar bandera blanca.
Para Katia Fuentes, mi declaración de amor.
Desnuda y con todas mis palabras
en su pecho, al abrir la ventana
deja que la mañana me muestre su verdor
en todas las variantes de diapositivas
con las que la he atrapado
por sí un día se va y no vuelve.
Ella no se llama Yolanda
pero su tiempo y el mío
dejaron de ser cenizas cuando por caprichos de la vida
sopló el aire en la misma dirección
Yuray Tolentino Hevia
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