Es la emigración un fenómeno global que ha acompañado casi toda la historia de la humanidad. El hombre actual es el resultado de este fenómeno; si se tiene en cuenta que según los científicos el Homo eructos apareció en el continente africano. Los textos bíblicos tanto el nuevo como en el viejo Testamento hablan del tema pues Adán y Eva fueron expulsados del paraíso y Moisés tuvo que marchar en busca de la tierra prometida. Las guerras, los problemas medioambientales y políticos, los viajes comerciales, las desigualdades económicas entre otros procesos históricos están estrechamente relacionados con este fenómeno.
El hombre vive en un proceso auténtico de crecimiento entre vida y muerte, y es el camino el que resulta incognoscible, pues continuamente nos estamos superando y a la vez negando. Sin embargo, hay señales únicas y coherentes que nos unen: Cultura – Emigración – Tradición – Identidad – Patrimonio. La expo Spectrums de Williams Cruz Perdomo unifica estos conceptos. A través del fotomontaje manipula y (re) crea nuevos lugares. Este artista alerta y presta sus ojos para que miremos el abandono del patrimonio construido estableciendo vasos comunicantes entre “paisajes arquitectónicos” nacionales y foráneos.
No es este un proyecto que aborda la emigración de manera directa o como decimos en buen cubano “a camisa quitá” sino que lo sugiere. Las escenas se tornan universales y bien pudieran haber sido construidas desde un ordenador en cualquier lugar del mundo.
Para Cruz Perdomo la vida no es en blanco y negro como una fotografía. Él está consciente y asume que somos el legado sicosocial-político-religioso-cultural-genético de nuestros antepasados. De ahí que conocer al hombre y su historia es un ejercicio de aprendizaje muy complejo que parte de un determinado estudio antropológico.
Movido por y con una fuerte carga surrealista Spectrums trae el pasado como fantasma al presente no para que nos escondamos o a manera de exorcismo llorón. Williams nos grita: “stop punto detente y mira punto luego piensa punto yo sigo aquí”. Es así como establece las analogías entre: su natal San Antonio y el Coliseo de Roma; construido el segundo en el siglo I del Imperio Romano, al que se asemeja (casi que) en igual estado de ruinas su pueblo natal, aunque la diferencia del tiempo de construcción no sea de años sino de siglos.
¿Está el kremlin en la Plaza de la Revolución? o ¿El Ché y Camilo en la Plaza Roja? Lugares que por su historia se asemejan y que hablan de dos procesos revolucionarios incluidos en la historia universal cuyo punto de arranque marcó y determinó el comportamiento individual y de la sociedad desde el inicio del siglo XX hasta la actualidad.
Sin estar de cara a las reglas del A - B - C en la fotografía Williams gusta de valorar y comparar críticamente el ahora sin negatividad pero haciendo énfasis en los sistemas de valores y los paisajes arquitectónicos mezclados entre sí a partir de la mirada lúdica entre pasado y presente; entre el hoy de ayer y el ahora.
