Onírico y preciso, imaginativo e irreal, pequeño como un gnomo y grande de corazón como los gigantes es Williams González Chávez, pintor y grabador nacido en Güira de Melena el 2 de abril de 1966. De formación autodidacta, alcanza a los 14 años el primer reconocimiento: Mención en el Evento de paisajes Cajío.
En 1993 a los 27 años, pasa a ser miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Actualmente suman más de 20 los reconocimientos entre premios y menciones. En el 93, 94 y 95 fue Premio del Salón Provincial Eduardo Abela de San Antonio de los Baños; a lo que se suma el Premio del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) en el 97 y mención en el 98; en el evento más importante de las artes plásticas del territorio. Ha sido galardonado además en el Salón Mirta Cerra de Bejucal; Mi Habana elegante del FCBC Provincial; por la Asociación Canaria de Cuba entre otros logros.
Chávez es un pintor imaginario que construye escenas salidas del “más allá” con la impronta del “más acá”. A simple vista sus óleos están ausentes de lógica y sentido; y lo que se respira son enigmas y sueños; sin llegar a ser fantasías incoherentes e infantiles. Más allá de la “incongruencia iconológica” del cuadro hay una técnica depurada y un canto a la libertad interior y social del hombre. Nihilista y objetivo subvierte el ríspido oleaje de la sociedad cubana actual en algo maravilloso e inalcanzable. Gusta de (re) crear atmósferas yuxtapuestas con elementos de otras culturas; la anécdota define el cuadro donde casi siempre se autorepresenta como enter participe de la historia. El color es un componente clave en la etapa actual, sobre todo el ambiente que establece a partir del azul, que es quien marca la descomposición de los planos y de las figuras.
Una actitud integra unida a una personalidad afable lo lleva a que sea una gente de pueblo sencilla que gusta recorrer a diario las calles de Güira de Melena. Sin ser instructor de arte titulado ha preparado en su taller a jóvenes que después han ingresado a la Escuela de Instructores de Arte 13 de Marzo y a la Academia Provincial de Artes Plásticas Eduardo Abela de San Antonio; así como a otros creadores autodidactas de diferentes edades. Williams ha colaborado con la Editorial Unicornio para la que ha ilustrado varios libros: En busca del Unicornio; Beso que rueda en la sombra; el poemario Dos mil años después de Cristo, entre otros.
Williams González Chávez además de la pintura ha incursionado en el grabado y el arte digital. Los seis meses que estudió en la Academia de Bellas Artes de San Alejandro le bastaron para que se enamorara de esta técnica la cual desarrolló en la década del 90. Entre 1991 y 1994 se dedicó únicamente al grabado. En el 93 participa en el Salón Nacional de Grabado; ese año una serie de obras en linóleo pasan a integrar los fondos de la Casa de las Américas. Experimentó a modo de instalación el taco como parte de la pieza. Gustaba del grabado sobre PVC:
Sin hacer derroche de cubanía obligada en la obra de González Chávez -casi- siempre está Cuba y su pueblo natal, la realidad objetiva con la que convive, las gentes, las calles… A partir de códigos personales su pintura es social y questionadora, llena de saltos tanto en el dialogo con el espectador como en la manera de decir. Quizás esta sea una de las causas a que sean más de 40 las exposiciones entre personales y colectivas y alrededor 10 los países que atesoran en colecciones privadas y colectivas sus cuadros.
El año 2012 trajo a Chávez múltiples alegrías, entre las exposiciones más importantes estuvieron las colectivas El quinto elemento, colateral al Cubadisco 2012 y el Salón de la Plástica Cubana, en saludo al Día de la Cultura Nacional en la Embajada de Cuba en México. Importante en lo particular resultó a final de año la exposición personal “Un hombre que sueña desde un portal azul” en la Galería 10/10 y las muestras colectivas en el Museo Torreón; Museo Harold Pape en Monclova y en el Instituto Nacional de Bellas Artes de Chihuahua; todas estas instituciones enclavadas en el DF; en México.
En la actualidad es uno de los artistas exclusivos del Proyecto Revelación que desde el 2006 promociona el marchand Norman Bardavid y la Galería 10/10 de México.
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