EL GRAN BOICOT DEL MAR.
Había una vez, en las profundidades del océano, una comunidad de peces que vivía en constante preocupación. Los humanos no dejaban de verter aguas residuales y toneladas de plástico en el mar, contaminando su hogar.
Los peces, angustiados, convocaron una gran reunión para discutir el grave problema. Cada pez tenía una opinión diferente sobre cómo solucionar la situación, hasta que el delfín Tonino pidió la palabra.
"He pensado que podríamos hacer un boicot a los pescadores, tanto de los barcos pequeños como de los grandes", dijo Tonino con determinación. "Cada 500 metros pondremos un pez espía.
Cuando los pescadores salgan al mar, los espías avisarán a los demás y así siempre sabremos dónde están los barcos y podremos huir de ellos. Su amigo Humbol estaba sorprendido; nunca había visto a Tonino hablar en público. Le abrazó y le felicitó por su buena propuesta. Después todos los peces aplaudieron la idea de Tonino y se pusieron manos a la obra.
Cientos de peces se ofrecieron como voluntarios para ser espías y avisar a los demás. Día tras día, los barcos salían al mar, pero regresaban vacíos. Los pescadores estaban desconcertados y la gente en las pescaderías se encontraba con los puestos vacíos, sin saber qué estaba pasando.
Un día, los pescadores enviaron a un buzo para investigar. Tonino, al verlo, se acercó y le dijo: "Diles a los pescadores que no tendrán peces en sus redes si no depuran todas las aguas que vierten en el mar y dejan de contaminar con su basura y sus plásticos". El buzo, sorprendido de que un delfín hablara, salió del agua y transmitió el mensaje a los pescadores. Todos aquellos que vivían del mar se unieron y hablaron con el alcalde.
Decidieron que ninguna agua sucia iría al mar y que nadie podría echar plásticos bajo multas muy severas. El buzo volvió al mismo lugar y le contó a Tonino lo que los humanos habían acordado. "Yo me llamo Tonino y soy el portavoz de todos los peces. Les diré a los demás lo que me has contado", respondió el delfín. Desde ese día, las aguas del mar estaban limpias y sin ningún plástico.
Los peces volvieron y pusieron millones de huevas. El mar se llenó de vida y todos fueron felices, tanto los peces como los pescadores. Tonino creó un eslogan para que nunca olvidaran el acuerdo:
"SI YO NO ENSUCIO TU CASA, TÚ TAMPOCO ENSUCIES LA MÍA".
AVENTURA EN RAPA NUI.
Un día, mientras flotaban sobre las olas, Humbol tuvo una idea. ¿Sabes, Tonino? Tengo una amiga en la isla de Pascua, también conocida como Rapa Nui. Es una tortuga muy simpática llamada Carey. Una vez me contó la leyenda de las tortugas en su isla. ¿Te gustaría ir a visitarla?
Tonino: ¡Claro que sí, Humbol! Me encantaría conocerla y escuchar esa leyenda. Y así, nuestros amigos emprendieron su viaje hacia Rapa Nui. Después de un largo y emocionante viaje, llegaron a la isla, donde Carey los había visto y los esperaba en la playa.
Carey: "¡Bienvenidos, amigos! "Es un placer verlos",
Humbol. Hacía mucho que no te veía. Humbol, es verdad, Mira este es mi amigo
Tonino Mientras paseaban,
Carey comenzó a narrar la leyenda de las tortugas. "La historia cuenta que cuando murió el primer rey Hotu Matu’a, su espíritu se convirtió en una tortuga o ‘Honu’ en nuestra lengua. Desde entonces, las tortugas representan la paciencia, la longevidad y la perseverancia. Esta creencia ha sido transmitida de generación en generación y se refleja en nuestro arte, mitología y rituales".
Tonino: "¡Qué historia tan hermosa, Carey! Es increíble cómo las tortugas son tan importantes.
Humbol: "Sí, y es fascinante ver cómo la cultura de Rapa Nui está tan conectada con la naturaleza. Mientras exploraban la isla, vieron petroglifos con imágenes de tortugas y tablas Rongo-Rongo que contaban historias antiguas.
Carey les mostró los lugares más emblemáticos, incluyendo los moáis, las gigantescas estatuas de piedra que vigilaban la isla.
Carey: "Estas esculturas representan a nuestros ancestros y protegen la isla". Cada uno tiene una historia y un significado especial.
Tonino: "Es maravilloso, y como siendo tan enormes las pudieron poner en esos montes, Carey, cuenta la leyenda que vinieron andando. Después de un día lleno de aventuras y aprendizaje, Tonino y Humbol se despidieron de Carey, prometiendo volver pronto.
Tonino: "Humbol, esta ha sido una de las mejores aventuras. He aprendido tanto y me siento más conectado con el océano y sus historias.
Humbol: "Yo también, Tonino. La amistad y el conocimiento son los tesoros más valiosos que podemos encontrar. nuestros amigos regresaron a sus costas, llevando consigo las historias y la sabiduría de Rapa Nui, listos para compartirlas con todos los que encontraran en su camino.
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