RICHARD A.S. FICAESPINOZA

Miembro de Grupo Estaciones Literarias y Grupo Tertulia de los Viernes, Talcahuano. Desde 2015. Miembro de Sociedad Brontë, Concepción. Desde 2024 Publicaciones:

Muros y Lápices, 2022 Poemario “Abril”, 2023 Respaldo de libretas, 2024 Letras al fonde del cajón, 2025

EXISTIR, LA ENVIDIA Y EL CORAJE

Tengo envidia de la luz,

Y su valentía para atravesar la sombra, De su terquedad para insistir Aunque la noche la devore.

Quisiera aprender de ella, De su paciencia en el alba,

De su certeza de que siempre,

Siempre vuelve tras el crepuscular.

Nace envidia al río,

Pues nunca se detiene a meditar, Ni le teme a las rocas, Pues baila con ellas,

Y las abraza sin rendirse.

Se rompe en espuma, Se reconstruye en vertiente.

Pero a veces soy agua estancada, Que recuerda que fui torrente

Y que puedo volver a serlo.

Envidio al viento,

Y su libertad para alzarse Descaradamente para rugir Cuando lo ahogan los silencios.

Pues yo también he querido gritar, Pero mastiqué mi voz

Hasta tragarme las palabras. Hoy entiendo que en el eco

Es solo el viento anunciando su existir, dos veces.

He visto el mundo

Como un niño tras una vitrina,

Con los puños cerrados, Espectador de un sueño improbable. Pero los cristales no son de cárceles,

Y las puertas están hechas para abrirse.

Con el tiempo existo más, Aprendo de todo lo que envidio.

Si la luz insiste, yo también.

Si el río avanza, yo le sigo el paso.

El viento no calla, como el

Y ni hoy ni mañana lo haré.

Porque el mundo se llena de osados Que se atreven a existir

Sin esperar permiso. Atravesar las sombras, Reconstruirse en vertientes Y rugir en ecos.

Y esta vez, Seré uno de ellos.

BITÁCORA DEL PRIMER ENCUENTRO

Nos conocimos en un rincón online, Como si el destino hubiese tejido

Sus redes invisibles entre algoritmos y miradas.

Tardes enteras compartiendo, Memorias no dichas,

Y el vértigo de sabernos posibles.

El querer es un logro,

Un puente tendido entre la duda y el salto. Es la responsabilidad de sostener lo frágil, De encontrar en el otro

Un reflejo que no asusta.

Nos reímos juntos de lo absurdo, Como la dulzura inesperada,

El cariño color sandía Abre su pecho rojo

Sin miedo a ser devorado.

Y entonces entendí: El amor no es promesa, Sino el acto de compartir

El tiempo que se nos permite el futuro.